Un reciente informe revela connivencia entre la UCI y Lance Armstrong
El informe encargado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) a una comisión independiente, presidida por el Dr. Dick Marty y con Peter Nicholson y el Dr. Ulrich Haas como vicepresidente, publicado hoy en la web de la organización (www.uci.ch), revela la connivencia durante años entre sus dirigentes y el ciclista ganador, luego desposeído, de siete Tour de Francia, Lance Armstrong, lo que puso en marcha un sistema de dopaje que todavía perdura en la actualidad.
El estudio elaborado por los tres miembros de la Comisión Independiente para la Reforma del Ciclismo (CIRC) tras el escándalo de Armstrong, concluye que el texano usó su influencia con los dirigentes de la UCI para tapar casos de dopaje.
Afirma, además, que el sistema emanado de aquellos años, aunque con modificaciones, sigue estando en marcha y que el dopaje sigue siendo habitual aunque ha disminuido.
Señala la CIRC que “el dopaje está extendido, aceptado por una mayoría de los participantes”, después de haber interrogado a 174 personas entre dirigentes de equipos, directores, ciclistas en activo y retirados, periodistas y patrocinadores, además de los tres últimos presidentes de la UCI (Brian Cookson, Pat McQuaid y Hein Verbruggen).
Este último aparece como el responsable del sistema puesto en marcha desde su llegada al frente de la organización en 1991 y que llevó a ocultar el mecanismo de dopaje puesto en marcha por Armstrong para beneficiarse del tirón del estadounidense en su país.
La CIRC, sin embargo, no ha podido establecer la relación directa entre las donaciones de Armstrong a la lucha contra el dopaje y las ocultaciones del mismo, por lo que reconoce no tener “ninguna prueba de corrupción”.
El informe revela cómo en algunos países los corredores pagaban a los trabajadores de la UCI para no ser controlados. El que fuera director de la Unidad Antidopaje de la UCI, Lon Schattenberg, alertaba a los equipos de los nuevos sistemas de detección y la UCI aceptaba autorizaciones terapéuticas maquilladas para el uso de dopantes.
Los avances en la lucha contra el dopaje conlleva que los “tramposos” mejoren sus prácticas fraudulentas, según el informe, que señala que hay obstáculos para mejorar la lucha, como la debilidad financiera de los equipos, que les aconseja no asustar a los patrocinadores, los entrenamientos en solitario de algunos ciclistas, que dificultan su control, o la persistencia de individuos de la anterior etapa.
La CIRC describe algunas de las prácticas actuales, como el uso de “microdosis” de productos dopantes, más difíciles de detectar, y de nuevos productos, como los medicamentos para oxigenar los músculos, las terapias de ozono, las formas artificiales de testosterona o las combinaciones de tranquilizantes y antidepresivos.
Sin olvidar que “en respuesta a las mejoras en la lucha contra el dopaje, las trampas técnicas aumentan, incluido el uso de motores en los cuadros de las bicicletas”.
Adjuntamos el pdf, en inglés del informe:
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